Muchas veces el alma de una casa habla por sí sola. En esos casos solo debemos complementar para potenciar el estilo. Aquí la luz natural del espacio y sus nobles terminaciones eran las protagonistas. Con este perfecto par de mesas de centro tao se logra una total integración gracias a su estructura limpia y su cubierta de vidrio transparente. El mérito es hacer que lo que existe se vea aún más lindo.